El análisis crítico individual sobre el liderazgo comprende una recopilación de los temas tratados sobre el gerente como líder organizacional, así como sus tendencias en la organización formal como punto de partida en el liderazgo cooperativo. Su influencia para el desarrollo progresivo de todas las áreas de la empresa y la visión de los nuevos negocios en base a su función transformacional para culminar con una visión general sobre la gerencia y el tipo de liderazgo responsable lo que permite tener una visión global sobre lo que debe ser un líder en Venezuela.
La historia ha demostrado la importancia del liderazgo para el desarrollo de todos los ámbitos de la vida. En el caso de la administración comercial y de en otros ámbitos de la gerencia en general, se evidencia el llamado a incluirse en esta afirmación, con vista a lograr la eficacia y la calidad que el mundo de hoy necesita de las organizaciones.
En definitiva, el liderazgo ha sido abordado en distintos períodos destacando con suma claridad, aspecto que permiten definirlo. En virtud de ello, Gibson, Ivancevich y Donnelly (2004), señalan que el liderazgo ha sido entendido y estudiado como rasgo individual, como conducta, como tipo particular de interacción social, como proceso de percepción o como proceso de influencia. Si se observa la evolución del concepto, se encuentra que las primeras definiciones de liderazgo y líder se centraban en el uso del poder y la autoridad; luego la atención se centró en los rasgos y las conductas, para posteriormente llegar al estudio de la relación entre líderes y seguidores en una situación específica.
El liderazgo es un conjunto de actitudes, conocimientos y capacidades que hacen al líder tan distinto del resto que inspira a quienes están alrededor, a seguirle tanto a él como a sus palabras y ejemplo. No obstante, el estudio de la evolución histórica permite determinar que no existe un grupo de características que definan universalmente el liderazgo, por cuanto las cualidades y habilidades que requiere el liderazgo vienen determinadas por el contexto.
Desde esta perspectiva, se destaca que el nuevo milenio ha transformado las prácticas de las organizaciones y con ello las habilidades y particularidades que el nuevo entorno empresarial demanda de los líderes. Las características requeridas en estos, señalan que deben poseer un perfil muy distinto del líder de hace varias décadas, cuyo patrón se ajustaba en mayor medida al control y la supervisión. Por cuanto, realmente es importante una formación profesional pertinente, al valorar y estudiar las características del tipo de liderazgo que debería plantearse para adecuar su dirección a los tiempos actuales, y dirigir en una época de cambios acelerados y continuos.
Es importante una propuesta de un liderazgo bajo enfoques emergentes transformacionales, emocionales, humanistas y carismáticos, que permitan trabajar también el aspecto afectivo, emocional, no perdiendo de vista la idea de cambio y de innovación, para lograr el ejercicio eficiente de la labor docente y con ello, la calidad en el servicio primordial que se presta a la sociedad.
De ahí se desprende que la evolución del concepto, características, cualidades y habilidades en el liderazgo a través del transcurrir del tiempo; refuerzan los cambios y transformaciones de negocios, industrias y sociedad de cada época, dando oportunidad al nacimiento de nuevos modelos integrativos, cuya base no puede negarse a la historia.
En razonamientos de Ilan (2008), el líder como toda persona, posee defectos y virtudes que debe conocer; esto implica mirar primero dentro de sí mismo, conocerse para luego entender a los demás y reflejar lo que quiere lograr, lo que busca alcanzar en el desempeño laboral de su personal para conseguir el éxito. En el caso de la gerencia en las organizaciones, también se necesita cambiar y, a través de este cambio, conseguir mejorar y desarrollarse, para lo cual se necesita un liderazgo adecuado.
Surge la disyuntiva sobre si el liderazgo puede enseñarse, por lo cual se trae a colación los señalamientos de Koontz (2003) quien dice que 80% del desarrollo en el liderazgo se deriva de la experiencia en el trabajo, mientras que el 20% restante puede adquirirse mediante estudio y capacitación.
Esta apreciación está directamente ligada a cada individuo; pero es innegable, la importancia que la capacitación en el centro de trabajo y la formación en el salón de clases vayan de la mano. En consecuencia; enseñanza, formación y desarrollo son acciones conjuntas dentro de esta temática. Las condiciones del entorno y las personas, también cambian las formas o estilos del liderazgo, el cual es determinante en la eficacia de las organizaciones. Por lo tanto el proceso de liderazgo es un aprendizaje continuo y un desarrollo progresivo.
El liderazgo se enseña, se imparte, debido a que se toma en cuenta las necesidades que existan en una organización, y todos los miembros que la integran se dan por enterados de éstas, se buscaría el consenso y el apoyo o ayuda de todos, se fomentaría la solución en equipo y cada uno aportaría ideas para dar respuesta a lo que allí acontece, tomando en cuenta las fortalezas y debilidades que existan y uniendo fuerzas para salir adelante ante cualquier adversidad.
El liderazgo de estos tiempos está muy ligado a los cambios en las sociedades y a los avances de las tecnologías, podríamos definirlo como transformacional el cual es uno de los estilos requeridos en los tiempos actuales para el gerenciamiento de organizaciones que aprenden; desde el cual se toma como variables dependientes las respuestas emocionales de los seguidores al trabajo, relacionado con el estímulo y la autoestima de los mismos, sus valores y la motivación para desempeñarse por sobre y más allá del llamado del deber, así como también la confianza y seguridad en los líderes. Por ello, el desempeño laboral del personal depende en gran parte del tipo de liderazgo de su gerente.
Por ello la acción gerencial está directamente ligada en la necesidad de efectuar cambios en conjunto para ser adaptados a un nuevo propósito, poniendo de manifiesto sus conocimientos, experiencia y su capacidad de evaluar acciones pasadas, presentes y futuras tomando en consideración los recursos disponibles, las relaciones con otros grupos, las normas establecidas y los objetivos planteados.
El líder deberá fomentar críticas, reflexiones, ser claro y directo al comunicarse, brindar una comunicación abierta y con respeto al expresarse; por lo cual deberá identificarse con un estilo de líder transformador, al perseguir de forma continua, valores que le permitan una actuación creativa en su alrededor.
A este punto debemos llegar a una idea clara de cómo debe ser el líder de los nuevos tiempos. El cual se menciona a continuación:
El líder debe tener compromiso, pasión y corazón. Han de utilizar su autoridad formal en aquellas situaciones en las que la solución de problemas puede ser abordada en situaciones de rutina. Su papel gira hacia estrategias de guías, mediadores y orientadores en los conflictos. Debe promover el pensamiento creativo e incentivar a sus asociados para que se dediquen a trabajar en los objetivos de manera excelente. Deben ser personas que entiendan la evolución tecnológica y su aplicación en la organización. Proactividad y la valoración del potencial de su gente. Facilitación del progreso del personal por medio del desarrollo y aprendizaje organizacional. Afrontar y adaptarse junto al equipo de trabajo, a los cambios y transformaciones constantes e incrementar una cultura de liderazgo compartido, comunitario, adaptativo y grupal.
Como se puede observar cada una de estas características o indicadores, encaminan el pensamiento hacia un conjunto de reflexiones concluyentes en cuanto a las cualidades personales que definen al líder eficaz de este milenio; las cuales pueden ser abordadas a través de tres dimensiones: El ser, el saber y el hacer.
Se considera, entonces, categóricamente que el liderazgo del nuevo siglo se ha de desarrollar en una dimensión de acciones en la que se encierren los valores culturales de la organización, el planteamiento ético en su relación con terceros y la responsabilidad con la sociedad; donde la perseverancia, coherencia, confianza y probidad sean los atributos más destacados del líder.
Por estas razones el líder debe aplicar un modelo de novedad, identificar los factores que generen desconfianza en la organización, reconocer los elementos que agregan valor y los que producen división en los procesos, motivar a los que con su actitud contribuyen al logro de los objetivos propuestos, creando una identidad de equipo delegando tareas para buscar un cambio favorable para todos
El liderazgo siempre requiere de alguien capaz de imaginar el futuro que no ha llegado pero que es posible construir entre todos, donde se pueda proponer nuevos escenarios para obtener mejores resultados, potenciando las capacidades y generando alternativas para aprovechar de la mejor forma la tecnología, lo cual le va a permitir abrir grandes oportunidades.
¿Cómo deberá perfilarse el líder en Venezuela?
El modelo gerencial tradicional venezolano se ha caracterizado por ser rígido, de tipo piramidal y centrado en el poder, con una posición inflexible en la toma de decisiones que estrangula la visión creativa, la automotivación, la actitud de compromiso y la responsabilidad hacia las exigencias del mercado.
Sin embargo, pareciera que los miembros que integran las organizaciones están comprendiendo que las empresas exitosas se caracterizan por apoyarse en un nuevo humanismo dirigido al talento humano, en donde la toma de decisiones sea irradiada por los equipos que conforman a la organización, Llano (1997).
Aquel gerente tradicional ya no está representado en aquella cúpula inalcanzable de la organización, sino por el contrario, el gerente actual debe formar parte de un equipo de colaboradores que realiza un trabajo inteligente, orientando hacia un camino de mayor productividad. Para tal razón, si se desea construir una organización exitosa, es necesario que el gerente comparta su poder y distribuya su liderazgo hasta los límites más apartados de la organización
El desarrollo del liderazgo en contextos de cambios constantes y acelerados como los actuales, se dirige hacia la eliminación de la configuración individualizada de esta actividad o función en las organizaciones y se encauza hacia tendencias emergentes de equipos capaces de abordar con creatividad e innovación las soluciones a los problemas que enfrentan en momentos de perplejidad y caos.
Por lo tanto es necesario un modelo de liderazgo emergente y del líder que se encara al nuevo milenio con atributos ante todo de gestor, facilitador de procesos adaptativos, que debe precisar y diferenciar entre el poder, la autoridad y la gerencia.
Por los tiempos que estamos viviendo en nuestro país es requerido en distintas áreas de influencia contar con la formación de líderes capaces de:
Llevar una vida equilibrada, de compaginar su actividad profesional con su faceta personal, familiar, social, etc. Demostrar a sus empleados que es perfectamente compatible una gran dedicación profesional con una rica vida privada. Con entusiasmo, la energía, la ilusión que exige el liderazgo sólo se consigue con una vida intensa, entretenida, variada. Una persona que sabe disfrutar de los placeres de la vida. De ahí que las características que engloba en forma general la persona que ha de asumir un liderazgo son:
Perseverancia, flexibilidad, autodominio, optimismo, prudencia, realismo, justicia, humanismo, accesibilidad, humildad, generosidad, cultura, inquietud, visionario, brillantez y acción, coraje, entusiasta y comunicador, convincente, negociador, capacidad de mando, exigencia, honestidad y cumplimiento, coherencia. Como vemos, son muchas características y exigencias no fáciles de conseguir en una sola persona pero que deben venir algunas innatas en la persona y otras ser de desarrolladas en base a la experiencia laboral y a la formación continua.
Los líderes venezolanos deberían elevar el valor intrínseco para el cumplimiento de los objetivos definidos en la visión y misión y en los objetivos organizacionales en función de los valores personales que representan.
En nuestro país, el liderazgo pareciera estar altamente correlacionado con la participación de los subordinados, debido que tiene una cultura arraigada que carece de la esencia de un liderazgo gerenciado, ya que su formación ideológica no ha roto los modelos tradicionales de desarrollo económico basados en la anarquía productiva y el capitalismo de Estado.
Desde estas perspectivas, las organizaciones postmodernas han empezado a marcar la diferencia con la aplicación de un liderazgo abierto; de allí surgen otras inquietudes: ¿Qué características definirán a los gerentes en el futuro en Venezuela?, ¿Estarán los gerentes venezolanos preparados para afrontar los cambios que les impone el ambiente, o por el contrario se resistirán a ellos?, ¿Entenderán que las organizaciones deben ser capaces de funcionar totalmente en el mundo de la información, del conocimiento y del uso de las tecnologías? o, ¿Comprenderán que las organizaciones requieren de un gerente que haga cumplir los objetivos organizacionales y lidere las estrategias para alcanzar sus objetivos?.
Es necesario un cambio de tendencias, ya que el rol del gerente/Líder actual debe tener un enfoque como un todo integral y complejo, porque de alguna forma, estos cambios de actitudes implican un nuevo paradigma humano con la readecuación de los valores y principios de la sociedad.
El nuevo líder/gerente debe aplicar un liderazgo el cual desarrolle las mejores actuaciones para trascender a los esquemas paradigmáticos actuales, y desenvolverse como un líder participativo manteniendo una visión orientada al trabajo colaborativo para prestar soluciones al trabajo en el equipo. Debe conservar y fomentar su capacidad de visión futurista e innovadora, con un accionar propio y autentico, que vaya más allá del cumplimiento de las metas y objetivos, con los conocimientos que requieren los nuevos paradigmas, además de ser, un buen estratega, emprendedor, creativo, un líder de cambio, seductor, persuasivo. Con una actitud transformadora, no circunscribiéndose en el establecimiento de un mero intercambio de recompensas con sus seguidores, sino que vaya en búsqueda de cambio de valores, actitudes y creencias en sus públicos.
Debe entender que en la actualidad la velocidad del cambio deja apenas el tiempo suficiente para acomodarse a él e innovar como una forma de ir un poco más allá. La coyuntura se presenta a menudo, cuando los seguidores esperan soluciones muchas veces fantásticas y milagrosas y el gerente/líder no tiene la respuesta a la mano pero, el actuar con inteligencia, prudencia y suspicacia pudiera lograr un autocontrol de las acciones subsanado la situación.
Por ello y para ir concluyendo el tema caso de estudio, Venezuela, atraviesa en la actualidad una difícil crisis política, económica y social que afecta a las organizaciones pero es igualmente cierto que su talento humano, por su capacidad intelectual, tiene todos los elementos necesarios no solamente para salir de esa crisis, sino para enrumbarse hacia un desarrollo deseable y sustentable justo dentro de este nuevo orden mundial que ha cambiado radicalmente.
El nuevo líder venezolano debe asumirse como un constructor de tareas para facilitar el desarrollo de las relaciones que mejoren los vínculos de fluidez en las organizaciones. Frente a una Venezuela emergente en la cual se agiganta la fuerza de un nuevo sector de pequeñas y medianas industrias se hace necesario el desempeño y la directriz de un gerente/líder.
Debe estar comprometido con la post-modernidad, debe tener una visión estratégica, una estructuración flexible, una capacidad de motivar el personal, un permanente apego a crear, desarrollar y administrar la cultura de la organización, Llano (1997). No bastará que tenga una visión de futuro sino que posea esa capacidad de articularla e imponerla, de ser persistente y paciente, de brindar estabilidad, de anticiparse a los problemas y las crisis, de establecer entre los miembros de la organización el compromiso y la participación en las decisiones.
El papel del gerente/líder venezolano en la actualidad deberá conducir a su empresa a un proceso de modelación y ejecución de una estrategia competitiva, con el sentido de desarrollar una amplia fórmula de cómo la empresa va a competir, cuáles deben ser sus objetivos y qué políticas serán necesarias para desarrollar esos objetivos; todo construido sobre el análisis de la estructura de un sector industrial y de la competencia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Canales, Carmelo. (2007). Liderazgo estratégico. Documento disponible en línea: http://www.vingest.com/pdf/Publicaciones/ArtVisionEstrategica.pdf , [Consulta: 2012, Enero, 28].
Gibson, Ivancevich y Donnelly (2004). Las organizaciones. Comportamiento, estructura, procesos. Editorial McGraw-Hill. Chile
Ilan, F. (2008). Liderazgo transformacional del gerente y su influencia en el desempeño laboral del docente en las escuelas básicas. Tesis de grado.. Cabimas. Estado Zulia.
Koontz, H. (2003) Administración una perspectiva global. México: Editorial Mac Graw Hill.
Llano, C. (1997). El Postmodernismo de la empresa. Mc Graw Hill
Márquez, J, (2009). La nueva gerencia y las transformaciones sociales: una nueva visión de las relaciones hombre-empresa. Venezuela: Horizonte.
Merlo, Pablo G., (s.f)., Modelo de liderazgo cooperativo, Disponible en: http://www.camaradeltabaco.com.ar/cdtra/notasabril.php?PHPSESSID=0589c660fff42ecf90afabdba249ba25&id=28¶m=1, Consultado: Febrero, 08, 2012
Zamora, A. y Poriet, Y. (2006). El papel de los líderes y las nuevas tendencias del liderazgo en el siglo XXI. Revista Faces. Volumen XVII. Nº1. Documento disponible en línea: http://servicio.bc.uc.edu.ve/faces/revista/vol27n1/art%205.pdf
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